domingo, 8 de marzo de 2009

SmackDown vs Raw… y los mexicanos?


LA GUERRA DE LAS MARCAS


Como toda una costumbre, Televisa y TV Azteca se han encargado de traer más basura a la televisión nacional. No es su culpa, el equipo de productores y creativos que tienen es demasiado pobre, tienen que recurrir una vez más a Dios. Sí, a Dios, los Estados Unidos. En esta ocasión, no para traernos alguna serie televisiva al estilo 24, Boston Public, Los Simpson o “Amigos”, sino a las marcas de la WWE, que si están de acuerdo conmigo, esto no es más que una versión mejorada de Cuna de Lobos, poniendo a la temible Catalina Creel, como The Undertaker.

En lo personal la lucha libre americana no es de mi agrado, pero entiendo que hay muchos seguidores de WWE, y para todos sale el sol. Pero la pregunta es ¿por qué este duopolio televisivo deja de lado al pancracio nacional? Es cierto, Televisa transmite al CMLL (Consejo Mundial de Lucha Libre) y a la Triple A, pero no lo es todo, a RAW le han dado horario estelar, y su grupo de comentaristas pese a que tratan de dar lo mejor de sí, y eso se agradece, no son “gente de lucha libre” al igual que los comentaristas de TV Azteca, que narran SmackDown. ¿Porque qué tan difícil es narrar a la marca Azul o Roja? Cuando lo único que hacen los señores en interpretar lo que hablan los luchadores y comentaristas americanos.


Por qué mejor no se dedican a apoyar a los luchadores independientes de México, sí, han decidido desertar de CMLL o AAA para hacer sus propias empresas, o en algunos casos emigrar del Consejo a la Tres Veces Estelar y viceversa. Por qué mejor no mostrar a los mexicanos lo que otros mexicanos están haciendo por su cuenta. Recuerdo aquellos años de los independientes en el Toreo de Cuatro Caminos, los veía en la tele siendo un niño y me agradaban.


Por qué mejor no mostrar la Wagnermania Retro en cadena nacional, o la empresa Perros del Mal, Reyes del Ring, donde la promotora es la Diva de Divas, Martha Villalobos. Eso sería bueno, porque empezarías a ver a luchadores que se juegan el pellejo en las iniciales, las próximas estrellas del catch nacional, los que verdaderamente tratan de agradar al público para que sean ovacionados o abucheados (en el caso de ser rudos) y recibir eso como paga, aunado a la torta de aguacate con carne y su coca de medio litro, seamos sinceros, esas son las primeras pagas.


Prefiero el boleto de 100 pesos en la arena chica, mis semillas o pepitas como les dicen en el sur, cerveza bien fría y una mentada de madre, a ver en cadena nacional como un señor llamado JBL se baja de una limusina con una toalla blanca y le dice a la gente que a él la crisis mundial no le afectará. Prefiero mil veces al Espectro, ya desenmascarado por Blue Demon Jr, que The Undertaker, aunque reconozco que es el único con el simpatizo de la WWE. Mil veces mejor el cuerpo de Mister Personalidad, Mil Máscaras, que el de Batista, porque para bestias, Juan Manuel Rodríguez, la Bestia Salvaje q.e.p.d. Mejor Súper Astro que Rey Mysterio, porque el miembro de Los Cadetes del Espacio fue quien trajo a México, del Japón, la 619. Prefiero a la Briosa o a la Nazi, que a la belleza y sensualidad de Kelly Kelly o Candice Michelle, para eso hay revistas especializadas y modelos que ves en cualquier lado, las primeras que nombro, verdaderamente se rompen la madre por unos cuantos pesos.


La lucha libre es parte del folclor del mexicano, la magia y la pasión es lo que nos ha envuelto a lo largo de los años, desde que aparecieron aquellas estrellas del pancracio nacional. No seamos malinchistas, tomemos lo mejor que tenemos y mostrémoselo al pueblo.


La lucha libre no es una moda, es un estilo de vida con el que hemos crecido como mexicanos a lo largo historia, al menos, mi historia, aún recuerdo cuando mi papá me llevó al Gimnasio Las Alamedas, a ver a la Mujer Loba, luchadora local, fue ahí cuando supe que la lucha libre era lo mejor que había entrado por mis ojos y alojado en mi cerebro.


Ya basta de novelas estúpidas, como esa que vemos en SmackDown, donde algunos luchadores pelean por el amor de Vicky Guerrero, gorda infame. De eso ya tenemos mucho todos los días, todos los años en Televisa y TV Azteca con sus novelas aburridas. Mucho se habla de la salida de Dos Caras Jr del Consejo y su llegada a la WWE, me dolería mucho verlo caer en esas payasadas.


Es por eso que, si me dijeran, ¿Raw o Smackdown? con cuál de las dos marcas te quedas, yo me quedo con las marcas en la frente del Perro Aguayo, El Can de Nochistlán.


Larga vida al Metal.

Larga vida al Pancracio mexicano.


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